Ser o no ser....¿feliz?

Simplificando se podría decir que el secreto de la felicidad depende de como hayamos resulto tres problemas existenciales, todos ellos en el fondo interdependientes.

 

El primero es común a todos los humanos, conocemos -y no podemos cambiar- nuestro final, con lo cual somos seres más bien trágicos que felices por naturaleza. Esto solo podemos aceptarlo (o adscribirnos al transhumanismo).

El segundo son nuestros conflictos biográficos personales, el grado de felicidad que emane de aquí dependerá de lo graves que hayan sido y de como los hayamos afrontado-resuelto. Y lo sigamos haciendo. Aquí puede ayudar la terapia.

 

Y el tercer problema ya lo planteaba Schakespeare. ¿Queremos ser?

 

"Ser o no ser, esa es la cuestión. ¿Qué es más noble para el alma sufrir los golpes y las flechas de la injusta fortuna o tomar las armas contra un mar de adversidades y oponiéndose a ella, encontrar el fin? se preguntaba Hamlet.

 

¿Es solo el miedo a que haya algo más -peor- después de la muerte lo que evita que nos suicidemos en masa?

 

 "Morir, dormir… nada más; y con un sueño poder decir que acabamos con el sufrimiento del corazón y los mil choques que por naturaleza son herencia de la carne… Es un final piadosamente deseable. Morir, dormir, dormir… quizá soñar. Ahí está la dificultad. Ya que en ese sueño de muerte, los sueños que pueden venir cuando nos hayamos despojado de la confusión de esta vida mortal, nos hace frenar el impulso. Ahí está el respeto que hace de tan larga vida una calamidad. Pues quien soportaría los latigazos y los insultos del tiempo, la injusticia del opresor, el desprecio del orgulloso, el dolor penetrante de un amor despreciado, la tardanza de la ley, la insolencia del poder, y los insultos que el mérito paciente recibe del indigno cuando él mismo podría desquitarse de ellos con un puñal. Quejarse y sudar bajo una vida cansada, por el temor a algo después de la muerte – El país sin descubrir de cuya frontera ningún viajero vuelve- aturde la voluntad y nos hace soportar los males que sentimos en vez de volar a otros que desconocemos. La conciencia nos hace cobardes a todos. Y así el nativo color de la resolución enferma por el hechizo pálido del pensamiento y empresas de gran importancia y peso con lo que a esto se refiere, sus corrientes se desbordan y pierden el nombre de acción."

 

 

 

Hoy en día, más que el miedo a la muerte es una especie de curiosidad mórbida lo que parece mantener a algunas almas adormecidas en este mundo. Esperar que pase algo, lo que sea!, una hecatombe si hace falta!, pero por Dios, ALGO!!!! Aunque sea en la televisión o en casa del vecino.

 

 

Según Castillo del pino:

 

 

¿Qué es, en qué consiste ser feliz? Sólo quien da un sentido a la vida, quien esta decidido a dotarla de sentido contra viento y marea puede ser feliz, y hace y tiene en realidad biografia. Es decir, es alguien.

 

Parece que eso ha debido de ocurrir siempre, en cualquier parte, dondequiera que sea. En La Mancha de los siglos XVI y XVII sabemos de alguno - no tenemos porqué dudar que existiera- que se empeño en hacerse su vida y ser feliz, en medio de tanta gente resignada a no serlo, en medio de esta inmensa llanura en la que la sorpresa era imposible, porque no termina sino en el horizonte, y se continúa después de éste. Esa fue su genialidad; esa fue su postrera e  imperecedera enseñanza: encontró el sentido de su propia vida, se empeño denodadamente en hacerlo realidad, y de aquí que nos diera la pauta de los que significa tratar de vivir de acuerdo a su idea de él y del mundo.