La insoportable fugacidad del ser

Dos planetas están conversando:

-¡Buf, me encuentro fatal! -dice el primero.

-¿Qué tienes?

-Homo Sapiens.

-Tranquilo, yo también lo tuve, pasa rápido.

 

Ayer fuí al cine a ver Blade Runner. La peli duraba casi tres horas, así que al sentarnos una amiga preguntó si alguna de nosotras tenía el app que te avisa de cuando puedes ir al baño.

Que exista algo así -un app que te dice cuando es el mejor momento para ir al baño- se lo pone difícil a una pelicula futurista, pensé con algo de fastidio.

Efectivamente; todo lo que de visionario tenía Balde Runner en los ochenta es, en el año 2017, actualidad.

 

Y esto es lo más espeluznante.

 

Los escenarios apocalípticos existen y van en aumento, los niños explotados existen (aunque no los veamos), el ser humano tiene ya varias alternativas para reproducirse a su disposición y además existen todo tipo de apps inteligentes, que piensan por nosotros y nos dicen cuándo hay que hacer qué y que saben mejor que nosotros mismos cómo estamos en cada momento.

Esos Apps para una vida sin friciones con la que sueñan poder ofrecernos los de Silicon Valley.

 

En cuanto a la devastación del mundo y con ello la no tan improbable desaparición del ser humano (y de otras especies) no parece que nos vaya a hacer falta la ayuda de ningún replicante superior o inferior.

 

En eso somos bastante insuperables.

 

Esta es la triste realidad, Blade Runner está desfasada, y yo en un momento dado tuve que ir al baño. Pero la decisión la tome yo. Algo es algo.


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