La cura

 Hace muy poco tuve que visitar la planta psiquiátrica del hospital de esta ciudad y volví a hacerme la misma pregunta que hace unos años me llevó a dejar mi trabajo en hospitales psiquiátricos y neurológicos. La pregunta era:

 

¿Es posible que alguien se cure en este ambiente frio y hostil, con este trato jerarquico y autoritario y con estos remedios tan sobrios?

 

¿Es posible que los antiguos tuviesen, para los problemas del alma mejores curas de las que tenemos nosotros?

 

Entonces se tendía a recomendar una cura holística, que tuviese en cuenta, además de las necesidades del cuerpo como gimnasia o dieta, las del espiritu para las cuales se recomendaba, reposo, poesia, filosofía o música. (Para ser justos hay que decir que muchas instituciones cuentan todavía con algunas de estas terapias, pero al aplicarlas de una manera tan fragmentada, burocratizada e inconexa, los pacientes sienten a menudo que se trata poco menos que de rellenar las horas que pasan internos).

 

¿Es posible que una parte importante del problema radique en el hecho de que ya no creemos en la existencia del alma, el espiritu o la psique, más que como una emergencia, algo así como un residuo sobrante de las interacciones de nuestros neurotransmisores?

 

 

¿Es posible que ya no vinculemos nuestra tristeza, desmotivación, nuestros miedos, nuestras paranoias incluso (en un mundo paranoico como el nuestro, lo verdaderamente inexplicable es que no lo seamos más, inexplicable y además peligroso), a las relaciones deshumanizadas que mantenemos con otras personas y las exigencias cada vez mayores de nuestra sociedad?

 

¿Es posible que las pocas esperanzas que nos quedan las tengamos puestas en los cockteles farmacológicos, cada vez mas extremos (la delgada linea roja que separaba las drogas de los medicamentos ha desaparecido, Ketamina, TCH o psicodélicos han pasado a formar parte del arsenal del psiquiatra)?

 

Rilke decia que al niño al nacer ya se le da la vuelta, para que no VEA el mundo y se preguntaba si es posible que siglos de ciencia esten equivocados por haberse centrado en general y descuidado al individuo.

 

¿Es posible que el mundo haya tomado un camino equivocado y que seguir este camino signifique ser cada vez más infelices?

 

Y si esto es posible, si el mundo esta invertido, ¿no tendríamos que comenzar a darle la vuelta a nuestras creencias?

 

En la pelicula de Subiela, „El lado oscuro del corazon“ la prosituta romántica guarda sus libros de poesia en el botiquin. Y es que la poesia (como el amor) proporciona algo que los fármacos no nos pueden dar, consuelo, y por el consuelo necesita siempre comenzar la cura.

 

Invirtamos pues el orden establecido, devolvamosle al arte, al amor y a la vida el lugar que le corresponde y si bien, en este mundo hostil, de vez en cuando, la anestesia pueda ser necesaria, no le otorguemos un lugar de honor en nuestras vidas.

 

 

 


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