Historia de la Histeria I

Parece ser que el concepto de histeria se remonta al antiguo egipto.

La histeria hacía referencia a todos aquellos síntomas para los cuales no se encontraba base orgánica y que además los médicos,  siempre hombres, observaban unicamente en mujeres.

La causa de estos síntomas inexplicables se atribuyó a un útero viajero que, insatisfecho con la vida sexual de su dueña, o avido de concebir, no encontraba reposo y vagaba por el cuerpo alterando su funcionamiento.

La consecuencia es que la terapia era tan absurda como la etiología: mejora de la vida sexual y embarazo. Algunos médicos solicitos llegaban incluso a masturbar a las mujeres esperando que la descarga de energia del orgasmo las liberase de los síntomas.

La idea del útero viajero como causante de los síntomas histéricos se mantuvo incluso hasta más de la constatación de que anatómicamente era imposible: el útero estaba fijo.

Solo hubo un paréntesis -nefasto- durante la edad media, en el cual las causas de las histeria, y de la mayor parte de trastornos psíquicos, se achacaban a la posesión demoniaca. Johannes Sprengler y heinrich Kramer, dos monjes dominicanos, se encargaron de redactar el manual "Malleus Malleficarum", que serviría de base a la Inquisición para reconocer a los poseidos.

El primer médico que se atrevió a cuestinar la exclusividad femenina de la histeria fue un francés llamado Pierre Pomme. Al homólogo masculino lo denomino "Hipocondria" (pues ὑστέρα hystéra, significa útero, con lo cual el hombre por definición no puede ser histérico).

En el SXVI, el médico Edwan Jordan comenzó a sospechar que las causas de la histeria se encontraban en la cabeza; aunque todavía con el útero como mediador. Esta vez eran los vapores venenosos que emanaban de este y afectaban al cerebro los causantes del desvario.

 En el año 1853 Rober Carter, cirujano y oculista, comenzó a observar con escepticismo, y quizás preocupación, la tendencia cada vez mayor de los ginecólgos a tratar la histeria por medio de operaciones, casi siempre en la vagina o el cuello del utero.

Carter se dedicó a entrevistar a pacientes que habían sido sometidas a estas operaciones y constató que, efectivamente, los síntomas seguían estando ahí.

Carter fue además uno de los primeros médicos que comenzaron a baremar las causas psicológicas, como experiencias traumáticas, como explicación de la histeria.

En esa época ya se comenzaba a especular sobre la influencia de un "inconsciente" todavía vago y poco definido. Apareció el concepto de "personalidad histérica". Los histéricos tenderían a la escenificación de las afecciones y acumularían síntomas psicosomáticos. Carter veia en la ocultación o negación del trauma la clave del desarrolo de la síntomatología.

A través de la puesta en escena, el afectado conseguiría al menos un alivio momentaneo, que sería el que le llevaría a hacerlo una y otra vez. A este fenómeno se le llamó más tarde "Abreaktion" (Desahogo). La Abreaktion tiene un efecto terapeutico a veces intenso pero corto pues se reduce a pocas horas o días despues del desahogo.

Muchas de las llamadas terapias alternativas basan su éxito en este desahogo, que se vende como efecto terapeutico, pero que no es más que un alivio momentaneo a modo de catarsis.

La presencia de un lider carismático multiplica el efecto -placebo- de estas terapias. El problema es que estos terapeutas la mayoría de las veces carecen de conocimiento sobre la psique humana -su formación se reduce casi siempre a seminarios en los que se aprenden técnicas manipulativas- y no son conscientes del efecto negativo que sus terapias pueden tener sobre algunos pacientes, la retraumatización, por ejemplo.

Algunos tips para reconocer cuando nos estan vendiendo desahogo por terapia:

a) informarse sobre la formación del terapeuta

b) estar atentos a nuestra intuición, que a veces es mas rápida en percibir engaños y manipulaciones.

c) observar si el efecto se reduce a el desahogo post-terapia.

d) atreverse a preguntar cualquier duda que nos surja y no conformarnos con respuestas evasivas. Un terapeuta tiene que ser capaz de soportar nuestro escepticismo y responder a nuestras dudas.

La historia de la histeria la he extraido del libro: "Dissoziative Störungen und Konversion" de Peter Fiedler