El Joker o la lúgubre esencia humana

 

"De la madre al niño fluyen palabras secretas, no pronunciadas, aún antes de que este nazca.

 

Estas palabras secretas permiten intuir al niño si las puertas al mundo están cerradas para él o si es bienvenido.

 

El niño no deseado sentirá siempre el impulso de obedecer a la madre y desaparecer.

 

Esta tentación le atraerá durante toda su vida, perturbará su sentido crítico, le hará olvidar su intuición y bailar constantemente junto al abismo"

 

Emil Ferris "Lo que más me gusta son los monstruos"

 

 

 

Emil Ferris habla de como se gesta lo que Freud llamaba Tanatos o pulsión de muerte. Según este existirían dos pulsiones vitales contrapuestas, Eros y Tanatos, siendo esta última "la tendencia de todo ser vivo a volver al estado inorgánico. Las pulsiones de muerte se dirigen primeramente hacia el interior y tienden a la autodestrucción; secundariamente se dirigirían hacia el exterior, manifestándose entonces en forma de pulsión agresiva o destructiva".

 

La pulsión de muerte ayuda a entender comportamientos humanos que nos parecen ilógicos e irracionales acostumbrados como estamos a pensar en términos darwinistas.

 

Hasta la fecha habiamos conocido al Jocker como un personaje siniestro que representaba el mal por el simple placer del mal, pero esta última película nos muestra la otra cara del Joker.

 

Ahora podemos empatizar con él. Estamos ante un hombre atormentado que vive miserablemente, se ocupa de su madre trastornada que vive ajena a la realidad, que fantasea con el cariño de una mujer, que fracasa recurrentemente en sus intentos de adaptarse a la sociedad y obtener su porción necesaria de, si no amor, al menos reconocimiento, que no encuentra comprensión ni siquiera en su psiquiatra y que, como todo el mundo tiene un límite, finalmente explota ruidosamente.

Freud divida la pulsión de muerte en una primaria autodestructiva y otra secundaria destructora, que pensándolo bien se parece peligrosamente a la pulsión de vida, al Eros; y es que las matanzas del Joker son una venganza pero también una autoafirmación.

 

Dicen que una obra de arte no esta completa sin el espectador y efectivamente lo más interesante del nuevo Joker es lo que provoca en el público, pues después de conocer su trayectoria vital ya no es tan fácil juzgar y condenar al personaje.

El nuevo Joker acaba con la visión cristiana del bien y el mal como entidades separadas y en esta película nuestra sombra, nuestro lado oscuro, nuestra lúgubre esencia humana, no la representa el Joker.


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