2020: El año que progresamos peligrosamente

Este año la sociedad ha acelerado su proceso de tecnologización.

 

Esto no le extrañará a nadie ya que durante largos periodos la pantalla ha sido la única alternativa.

 

Y esta no ha sido ni siquiera la única via; un amigo me contó la triste historia de la montaña de Cáceres. Al parecer han encontrado allí litio. El litio es un material que se usa, entre otras cosas, para las baterias eléctricas y para tratar el trastorno bipolar. Y este año las empresas de tecnología y las farmacéuticas han acumulado fortunas capaces de comprar al más insobornable.

Además desde la pantalla los activistas heroico-trágicos lo tienen bastante difícil para oponer resistencia y esto no les vendrá mal a los interesados en acelerar el proceso. 

 

Y es que en el mundo moderno todos los intereses están interconectados, lo cual nos sitúa constantemente ante la paradójica situación de que al contrario que Mefistófeles, a menudo intentando hacer el bien acabamos haciendo el mal.  Comportándonos como ciudadanos cívicos y responsables contribuimos a la destrucción de la naturaleza. Cumpliendo las normas estamos poniendo nuestro granito de arena para la destrucción del empleo y el aumento de la pobreza. Respetando al otro le estamos abandonando, haciendo que se deprima, obligándole a que recurrir a los fármacos y contribuyendo a aumentar la riqueza de las empresas farmacéuticas en un bucle infinito. 

 

Podría continuar por aquí hasta el infinito pues todo, absolutamente todo, está interconectado y si únicamente nos centramos en una porción de la realidad, en algún momento, el estupor nos alcanzará. 

 

Se podría seguir por aquí pero no lo voy a hacer porque mucha gente se siente irritada por esto. Hablar de estas cosas provoca que te cataloguen de negacionista, narcisista, conspiranoico o barbaridades aún peores. Y es que el debate en este ámbito ha sido completamente anulado, para beneficio de muy pocos y desgracia de la mayoría. 

 

Se podría seguir por aquí pero no lo voy a hacer porque puede que alguien salga con aquello de que "y tú que propones!". Probablemente hay otras vías, pero las soluciones son posteriores al análisis y si no hay análisis no habrá soluciones alternativas a las que llevamos soportando durante todo este año y que no parece que vayan a tener fin. Estaría bien que los expertos al menos aceptasen que la curva que dibujaban en Marzo para justificar el encierro fue una hipótesis fallida. Que se equivocaron defendiendo aquello con tanta vehemencia y que puede que se sigan equivocando. Que nos dejen la duda.

 

No hay nada que hacer; la humanidad ha sido presa del miedo a discrepar. Y estamos sufriendo en silencio porque sobre todas las cosas nos interesa evitar que nos tomen por "egos" y que piensen que les damos importancia a nuestros pequeños problemas (que qué son comparados con los del resto del mundo). Preferimos creer que todo esta bien pues la alternativa sería, siempre, la muerte o el asesinato.

 

Porque la salud es lo primero. Y la vida.... ya vendrá después.


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