Desde que tu no me quieres.....

"Desde que tu no me quieres, yo quiero a los animales" Extremoduro

 

Hace ya tiempo que los humanos nos estamos separando unos de otros.

 

A ello han contribuido diversos factores como los avances tecnológicos, que nos han hecho más independientes, o el urbanismo que nos aisla de una manera cada vez más eficaz, pero también ideologias supuestemente bienintencionadas pero que remarcan las diferencias, como el feminismo. 

Todo esto no sería tan efectivo si la relación humano-humano no fuera una relación ambivalente per se. Y es que, como afirmaba Kafka, nada puede prodcirnos más satisfacción ni más sufrimiento que una relación con otro humano. 

El otro nos atrae tanto como le tememos y conforme vamos perdiendo el contacto con él, menos creemos necesitarle, más le tememos y mayor es el muro invisible que de él nos aleja. 

 

Y más baja lo que podríamos llamar la líbido social.

 

Las políticas del Corona están siendo la guinda final; a partir de ahora, al otro se le añade otro peligro potencial; el de contagiarnos una enfermedad mortal. 

 

Habrá gente que jamás se reponga de este miedo y nunca más se acerque al otro. Pagando un precio; la soledad. Pues no somos lobos solitarios y necesitamos al otro, así que no nos quedará más remedio que sustituirle. Y las mascotas (vivas) son el primer paso.

 

El mundo se esta llenando de gente que ya no espera nada de las personas y todo de las mascotas que además no ofrecen ninguna resistencia. Aceptan su rol. Y tienen la gran ventaja (para nosotros) de que al no tener lenguaje no pueden opinar.

 

Y precisamente porque no tienen lenguaje es por lo que las mascotas están comenzando a mostrar síntomas; ansiedad de separación, depresión, conductas autolesivas.....los dueños están muy preocupados. Pronto saldrá al mercado el primer manual diagnóstico psiquiátrico de animales de compañia. Y la profesión de terapeuta de mascotas será una con mucha salida.

 

Pero sospecho que los terapeutas no pretenden encontrar el origen del problema sino ayudarnos a someter a las mascotas, enseñarles a que se adapten a nuestro modo de vida. Ese modo de vida que los desnaturaliza y descontextualiza, que les arranca todos los instintos y les aplasta con emociones que quizás no quieren pero que en todo caso no saben gestionar. Ese modo de vida que es probablemente la fuente de su infelicidad (como de la nuestra).

 

Pero a nosotros siempre nos quedará Netflix.

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Laura Esquiveo (martes, 25 mayo 2021)

    gracias Georgia por este blog, no escribo comentarios porque no encuentro las palabras apropiadas pero te sigo, esta entrada me hace reflexionar sobre mi propia mascota...gulp!